CUARTO ERROR: La depreciación es un iceberg.
En el momento en que un auto sale de la tienda, pierde entre el 15% y el 30% del precio que pagamos por él. A partir del segundo año, la depreciación es de aproximadamente 10% anual, siempre y cuando el modelo en cuestión tenga una presencia comercial y representación adecuadas. Los autos huérfanos, sin representante o con uno de mala reputación, se deprecian más rápido. Los automóviles de lujo se deprecian en picada. Un sedán premium de 60 mil dólares pierde 24 mil en dos años.
Si por alguna razón tenemos que vender nuestro sedán 1.6 de 15 mil dólares en emergencia, no darán por él entre 10 mil y 12 mil dólares, aunque sólo tenga 500 km de recorrido.
Debemos estar preparados para asumir este gasto. Si usted lleva un manejo programado de sus finanzas familiares, cuidado con el iceberg de la depreciación. No vaya a ser que su 1.6 termine siendo su Titanic.
Fuente: Revista Automás Nº 137 pp. 58-60
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